Una ingeniera tradujo el aprendizaje autónomo a una fórmula para aplicar en escuelas y cumplir la currícula

Este artículo fue publicado en la revista Alteredu por Dolores Bulit.

Cuando una escuela alternativa quiere formar parte del sistema educativo oficial de su país, debe garantizar la cobertura de la currícula obligatoria. Esto suele ser un enorme desafío cuando el corazón del proyecto es prestar atención a ritmos e intereses propios de los estudiantes. 

Erika Twani cree que todos los niños son genios. Con más o menos recursos, todos tienen un cerebro, la potente máquina de aprender con la que nacemos los seres humanos. Como ingeniera, trabajó desarrollando productos educativos para Microsoft. Hasta que decidió renunciar y dedicarse de lleno a crear un sistema que pudiera “bajar” a procedimientos sencillos y escalables un prendizaje autónomo y motivado en entornos escolares, con o sin recursos materiales.

Del 4 al 8 de marzo del año que viene, Twani será parte del panel de especialistas de la 1ª Cumbre Internacional de Educación Alternativa en Chía, Colombia (más información en https://www.cumbredcol.com/), organizada por el Colegio Alborada, que confió en su mirada para plasmar su proyecto al nivel de Primaria.

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